Os contamos la segunda experiencia que hemos visto en nuestro taller de ciencia "PEQUEÑOS CIENTÍFICOS".
Ya sabemos que el fuego se "alimenta" de oxígeno, pero hemos querido comprobar si realmente se apaga cuando el oxígeno se acaba. Por eso en nuestro taller de ciencia hemos experimentado con los siguientes materiales: VELAS, FUEGO, BOTE.
Hemos pegado tres velas de diferentes tamaños en altura a la tapa de un gran bote de cristal. La seño las ha encendido con un mechero (tenemos muy claro que los niños no pueden utilizar nada que provoque fuego) y las hemos "encerrado" dentro del bote de cristal, de modo que no entraba nada de aire porque estaba bien tapada la entrada. Hemos comprobado que se apaga primero la más alta ya que el oxígeno se acaba primero en las alturas, y la última que se apaga es la más bajita, la que estaba al "ras del suelo", que es donde se tarda más en acabar el oxígeno.
También hemos podido comprobar que si levantamos le bote para que entre aire justo antes de que se apague la vela, la llama se aviva enérgicamente, por eso no se pueden abrir puertas o ventanas porque el fuego aumentaría de tamaño y se haría muy, muy grande.
Cuando se consume el oxigeno se produce otro gas, el dióxido de carbono, y también se produce vapor de agua, por eso las paredes de nuestro bote de cristal se ponían empañadas. En este vídeo lo podréis ver igual de bien que lo vieron cada uno de nuestros niños.
De verdad que me encantan las carita de emoción de los niños y niñas. Es emocionante ver como van descubriendo el mundo y como les fascina. Muchas gracias por estos experimentos.
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