Las ventanas de los castillos no tenían cristales, eran simples agujeros por donde entraba mucho frío en invierno. Pero en la Edad Media sí que se construían grandes ventanales con cristales de colores que adornaban las grandes iglesias y catedrales.
Nosotros hemos hecho una de esas vidrieras, picando los agujeros y pegando papel celofán de colores por detrás. Ha quedado muy bonita. Podemos ver de colores a través de ellas.
También hemos hecho una vidriera en la ventana de la clase y aunque no se parecen en nada a las vidrieras de verdad, los rayos de colores son siempre muy atractivos.
Os invitamos a todos a acercaros a la Catedral de Sevilla y disfrutrar de unas auténticas vidrieras en todo su esplendor, y de paso, a ver quién se anima a subir a lo más alto de la Giralda.
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