El sentido del gusto se encuentra en la lengua. La lengua percibe los sabores, el calor, el frío y el dolor, por ejemplo, cuando te la muerdes.
Cada parte de la lengua reconoce un gusto particular, aunque el centro de la lengua no reconoce ninguno.
Cada parte de la lengua reconoce un gusto particular, aunque el centro de la lengua no reconoce ninguno.
La punta de la lengua reconoce lo dulce y lo salado, los laterales de la lengua reconoce sabores ácidos como el del limón y la parte de atrás reconoce el gusto amargo, como el del café. Aunque si nos quemamos la lengua al beber o comer algo muy caliente, durante algún tiempo no reconocerá ningún sabor.
A nosotros nos ha quedado claro que hay cuatro tipos de sabores, y así lo hemos reflejado en la página de nuestro cuento.
Y como a nuestros niños les encanta ver vídeos divertidos, se ríen a carcajadas y contagian esa alegría de vivir que derrochan, les jemos buscado éstos que tratan de sabores...
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