AUTOR: Chema Heras
ILUSTRADOR: Kiko Dasilva
COLECCIÓN: Libros para soñar
EDITORIAL: Kalandraca
ISBN: 978-84-8464-611-2
Matías buscó un cordón para tirar de la locomotora e inventó una cancioncilla:
El tren de Matías, chu chu chu
corre por las vías, chucu chucu chu
corre por las vías, chucu chucu chu
Cuando llegó la noche de Reyes, su madre le dijo:
-Matías, hoy tienes que acostarte temprano. Esta noche vienen los Reyes Magos.
-¡No! ¡Yo quiero verlos! -protestó el niño.
- ¿Pero qué dices? ¡Los Reyes no dejan juguetes a los niños que están despiertos! -le advirtió su padre.
- Entonces me voy a la cama ahora mismo -dijo Matías.
Antes de irse a dormir, Matías dejó encima de la mesa tres platos con nueces y tres vasos de leche… para los Reyes.
También llenó tres cubos de agua… para los camellos.
-Matías, hoy tienes que acostarte temprano. Esta noche vienen los Reyes Magos.
-¡No! ¡Yo quiero verlos! -protestó el niño.
- ¿Pero qué dices? ¡Los Reyes no dejan juguetes a los niños que están despiertos! -le advirtió su padre.
- Entonces me voy a la cama ahora mismo -dijo Matías.
Antes de irse a dormir, Matías dejó encima de la mesa tres platos con nueces y tres vasos de leche… para los Reyes.
También llenó tres cubos de agua… para los camellos.
En mitad de la noche, Matías se despertó con muchas ganas de hacer pis y escuchó una voz que venía del fondo del pasillo:
-¿Dónde le dejamos el tren, aquí o debajo de su cama?
Pero el pobre Matías ya no podía aguantar más.
Saltó de la cama y fue de puntillas por el pasillo, abrió la puerta del baño con mucho cuidado, levantó la tapa del váter sin hacer ruido y… el pis hizo ruido, mucho mucho ruido.
Con los ojos llenos de lágrimas, Matías corrió hacia su cuarto y se metió en la cama.
Pensando pensando, se durmió.
Y, durmiendo durmiendo, soñó…
…que los Reyes le habían traído un montón de carbón negro, muy negro.
Pensando pensando, se durmió.
Y, durmiendo durmiendo, soñó…
…que los Reyes le habían traído un montón de carbón negro, muy negro.
Con las primeras luces de la mañana, Matías abrió los ojos, saltó de la cama y fue a ver si los Reyes le habián dejado algo.
Estaban las cáscaras de las nueces, estaban los vasos de leche vacíos, también estaban los tres cubos sin agua.
Pero… ¡no estaba el tren!
Estaban las cáscaras de las nueces, estaban los vasos de leche vacíos, también estaban los tres cubos sin agua.
Pero… ¡no estaba el tren!
-¿Dónde le dejamos el tren, aquí o debajo de su cama?
Matías metió el brazo y sacó una locomotora y tres vagones: el primero rojo, el segundo azul y el último…
El tren de Matías, chu chu chu
corre por las vías, chucu chucu chu
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